Las tandas de dinero como mecanismo informal de ahorro 

Tandas, cundinas, pandeiros, pollas, lending circles,… Son llamados de forma diferente entre la comunidad latinoamericana y alrededor del mundo, pero comparten la misma esencia: son mecanismos informales de ahorro sustentados principalmente en un vínculo de confianza entre los participantes.

Y si bien para muchas comunidades las tandas representan una ventana de oportunidad para construir lazos de confianza y cumplir con ciertas metas financieras y de emprendimiento, estos instrumentos impiden tanto obtener un rendimiento del ahorro como construir un historial crediticio, entre otras desventajas.

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¿Qué son las tandas de dinero?

Las tandas o ROSCAs (rotating savings and credit associations) son mecanismos populares de ahorro los cuales funcionan de forma sencilla: un grupo de personas a través de un acuerdo verbal deciden aportar de forma periódica una cantidad fija de dinero durante un tiempo previamente acordado.

¿Cómo funciona una tanda de ahorro?

En cada periodo cada integrante recibe la totalidad de la “polla” o dinero recaudado, con el compromiso de seguir aportando hasta que finalice el plazo pactado. Una lotería es la que define el turno en que se recibe el dinero, aunque usualmente el primer turno corresponde al organizador de la tanda, aquel que se encarga de reunir al grupo, captar el ahorro y entregarlo en su momento.

La tanda de dinero como un sistema financiero tiene un importante impacto económico y un detonante sociocultural que ha sido objeto de estudio en los últimos años.

Se estima que en México casi el 50% de la población coloca su ahorro en mecanismos informales, la mayoría “debajo del colchón” y un porcentaje importante en las tandas de ahorro, pero ¿por qué sucede esto? ¿qué los mantiene alejados de los instrumentos formales de ahorro que ofrecen bancos y otras instituciones financieras?

¿Por qué casi el 50% de la población usa tandas y otros mecanismos de ahorro informales?

Un financiero podría argumentar que las tandas de dinero existen toda vez que el sistema financiero formal ha sido incapaz de incorporar a quienes forman parte de la economía informal o carecen de un historial de crédito. Sobre esta misma línea también podría decirse que los costos de transacción que suponen abrir una cuenta de ahorro, tales como las comisiones por apertura o el traslado a una sucursal, son elevados.

El enfoque sociológico por su parte estudia el funcionamiento de las tandas de ahorro como mecanismos de acción colectivos promovidos particularmente por las mujeres. Y sostiene que su popularidad va más allá de incentivar el ahorro; las tandas construyen lazos de comunidad y confianza.

Incluso dicho enfoque explica que el éxito de este mecanismo de ahorro radica en que las personas que participan cumplen con su compromiso por un tema de honor o de miedo a la culpa y la exclusión del grupo.

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Riesgos y desventajas de las tandas de ahorro

Parte vital de nuestra salud financiera y de la educación que en este rubro les ofrecemos a nuestros hijos es nuestra capacidad de tomar decisiones fundamentadas y responsables para que el ahorro que estamos generando en el presente rinda sus mejores frutos en el futuro.

Y existen varias opciones de ahorro e inversión, formales e informales, pero tomemos las que ahora nos ocupan: o comenzamos a ahorrar a través del funcionamiento de una tanda o bien decidimos abrir una cuenta de ahorro con una entidad financiera.

Si decidimos optar por la tanda, estas son las cinco principales desventajas o retos:

  1. Falta de disponibilidad y condiciones limitadas. La tanda de ahorro surge de forma emergente, mientras que los bancos o entidades financieras están siempre disponibles, además de que cuentan con variedad de productos de ahorro o inversión. 
  2. Tu ahorro no está asegurado. Las tandas carecen de regulación y funcionan sin contratos, por lo que si el organizador de la tanda comete fraude o algún participante incumple con entregar lo que le corresponde, la ley poco puede hacer al respecto.  
  3. La inflación se come tu ahorro. En la tanda, los que reciben al inicio la totalidad de la “polla” son quienes llevan ventaja sobre los últimos, esto porque la inflación – comprendida como el aumento de los precios – habrá provocado que el dinero de quienes reciben el dinero al final haya perdido valor adquisitivo. 
  4. Las tandas no ofrecen rendimientos. Además de que tu ahorro está perdiendo valor si lo guardas en una tanda o debajo del colchón debido a la inflación, estos mecanismos informales de ahorro no ofrecen ningún interés por tu dinero.  
  5. Marginalidad del sistema financiero. Al optar por una tanda de dinero sobre un mecanismo formal de ahorro o inversión estamos frenando la posibilidad de construir un historial de crédito.  

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Por qué sí considerar un mecanismo formal de ahorro sobre una tanda

La inclusión financiera es sin duda una tarea inacabada de gobiernos, iniciativa privada y sociedad.

La buena noticia es que el sistema bancario de los países democráticos muestra un interés creciente por ofrecer soluciones para incrementar su captación, tales como reducir los costos de transacción, ofrecer servicios en línea o bien generar productos para quienes trabajan en la economía informal.

Estas opciones formales de ahorro:

  1. Se encuentran respaldadas por un marco legal que, sin lugar a duda, es indispensable al hablar de la seguridad de nuestro ahorro presente y de la libertad financiera futura.  
  2. Ofrecen aquel gran beneficio negado en las tandas de dinero o cundinas: la posibilidad de hacer crecer nuestro dinero, es decir, obtener rendimientos a través de un instrumento de ahorro o de inversión. 
  3. Nos permiten construir un historial crediticio, el cual representa la principal puerta para poder alcanzar las metas económicas y patrimoniales más importantes, como obtener un crédito hipotecario para una casa.   

Analizar en familia las diversas opciones formales de ahorro e inversión que ofrece el mercado, comparar sus atributos como los plazos, comisiones o rendimientos, nos permite dar la señal correcta a las siguientes generaciones sobre seguridad y responsabilidad financiera, así como promoción del ahorro e inversión.

Preguntas frecuentes


¿Cuál es el objetivo de una tanda?

Una tanda es una forma tradicional y popular en México de ahorrar y acceder a una suma de dinero en un momento específico sin recurrir a préstamos bancarios. Es un acuerdo entre un grupo de personas, generalmente conocidos o familiares, donde cada uno se compromete a aportar una cantidad fija de dinero en intervalos regulares, como puede ser semanal o mensualmente. Al final de cada intervalo, uno de los participantes recibe el monto total recaudado. Este ciclo se repite hasta que todos los participantes hayan recibido su “turno” de la suma total.


¿Cuál es la ganancia de hacer una tanda?

Al participar en una tanda, la principal ganancia no es un rendimiento financiero tradicional como los intereses que ofrecen las instituciones bancarias. Más bien, la ganancia radica en la disciplina del ahorro y en el acceso a una suma considerable de dinero en un momento específico. Esto es particularmente útil para personas que enfrentan dificultades para ahorrar por su cuenta o que necesitan un monto considerable de dinero en un futuro cercano para algún proyecto o gasto importante.


¿Qué pasa si alguien sale de una tanda?

Si alguien sale de una tanda después de haber recibido su parte, esto puede causar desconfianza y problemas dentro del grupo, ya que los demás participantes podrían no recibir la cantidad acordada. Si alguien se retira antes de recibir su parte, se pierde su turno y la aportación que ya haya hecho. Por este motivo, las tandas suelen organizarse entre personas de confianza, y es esencial que todos los participantes estén comprometidos y entiendan las responsabilidades que conlleva participar.


¿Qué número conviene en una tanda?

El número óptimo de participantes en una tanda dependerá del monto deseado y de la capacidad de aporte de cada uno. Sin embargo, es recomendable que no sea un grupo muy extenso, ya que cuanto más largo sea el ciclo, mayor es el riesgo de que alguien falte a su compromiso. Un número común puede ser entre 10 a 15 personas, pero todo dependerá del objetivo específico de la tanda y de la confianza entre los participantes. Es esencial que todos estén de acuerdo y se sientan cómodos con el número establecido.