Imagina a un personaje llamado “Fortuna”, que vive en el Cuartel General de la mente junto a Alegría, Tristeza, Miedo, Desagrado, Ira, Ansiedad, Vergüenza y Envidia. Fortuna es un tesorero, protege y resguarda todos los pensamientos relacionados con el dinero, se activa exclusivamente en situaciones de temas financieros. Sin embargo, éste tesorero no trabaja de manera autónoma y libre, pues se deja influenciar por las demás emociones. Cuenta con un léxico bastante amplio, siempre dispuesto a enseñarle a sus compañeros sobre el ahorro, los gastos, las inversiones, los precios y los bancos, entre otros temas. Con el tesorero, Fortuna, podemos explorar cómo cada emoción afecta nuestros hábitos y la toma de decisiones financieras.
En la mayoría de los casos, nuestras acciones están determinadas principalmente por nuestras emociones y nuestra capacidad de aprendizaje, así como nuestro contexto e historia personal. Sin embargo, Fortuna, es un tesorero cuidadoso y estratégico que nos ayuda a planificar nuestros gastos con anticipación. Nos anima a hacer listas de compras, comparar precios y aprovechar descuentos y ofertas. Además, es uno de los individuos que nos hace explorar las emociones más gratificantes porque nos hace esforzarnos para conseguir ciertas metas financieras y superar retos a largo plazo, todo cuando hace equipo con Alegría. De la misma manera, nos hace ser personas cuidadosas y planificadoras, pues nos anima a educarnos e investigar sobre diferentes opciones de inversión y ahorro. Mientras más desarrollamos y hacemos crecer al tesorero de Fortuna, sentimos una sensación de logro y seguridad al saber que estamos invirtiendo en nuestro futuro, en vez de seguir impulsos de gastos innecesarios. Nos anima a pensar a largo plazo, asegurando que las mejores decisiones son las que están fundamentadas eninformación verídica y no las que surgen como impulsos.
Generalmente, estos “impulsos” están guiados por otra emoción. Dependiendo en la manera en la que Fortuna sea influenciada, nuestras acciones se verán reflejadas en gastos, ahorros o inversiones. Por ejemplo, cuando las personas están felices, buscan prolongar esa sensación de bienestar y diversión, invitando a que Alegría decida gastar más de lo acordado con Fortuna. Sin embargo, hay situaciones en donde Fortuna no sabe cómo lidiar con la Tristeza y cae en las compras impulsivas para poder calmarla. Al no ser una acción racional en el momento, a futuro, genera un remordimiento de manera posterior. Lo mismo sucede con el Enojo porque son decisiones financieras poco fundamentadas y bastante precipitadas, generando insatisfacción a largo plazo. Cuando Fortuna se deja influenciar por los gastos impulsivos junto con las otras emociones, es normal que el Miedo surja como un “aliado”, en donde nos llevará a tener comportamientos de ahorro excesivo y un apego descontrolado hacia nuestras ganancias.
No tener un registro mental de nuestras acciones y pensamientos relacionados con el dinero y las finanzas puede generar hábitos arraigados y difíciles de cambiar, a pesar de ser perjudiciales para nuestra salud financiera. Sin embargo, podemos accionarnos expandiendo nuestra educación financiera para tomar decisiones informadas y racionales, siguiendo el plan de Fortuna. Aprender técnicas de planificación y presupuesto nos ayuda a alcanzar nuestras metas financieras, entendiendo de manera eficaz nuestros egresos e ingresos. De la misma manera, nos impulsa a tener un conocimiento mucho más amplio, lo cual reduce la Ansiedad y aumenta la confianza de Fortuna al tomar decisiones.